
«El hombre que sabía demasiado» . Así es como se titula una de las biografías de Robert Hooke. No es una afirmación tan descabellada ya que, si bien no es el más conocido, es una de las más grandes mentes de la historia; según algunos, incluso más que los propios Isaac Newton o Albert Einstein. Aunque sí tuvo ciertos desacuerdos intelectuales con Newton en persona…
Un pensador rápido, hábil y versátil, dedicado a cantidad de campos, todos completamente diferentes entre sí como lo fueron la biología, la medicina, la horología (hoy en día cronometría), la física planetaria, la mecánica de sólidos deformables, la microscopía, la náutica y la arquitectura, sin ningún orden en particular.

Robert Hooke es considerado hoy en día un genio olvidado, lo que es ciertamente lastimoso. Su ingenio ha contribuido a cientos, quizás más avances de la ciencia, sus solas discusiones con Newton han pasado a formar parte de la historia de la misma; el pensar que sea calificado com
o “el genio olvidado”, como lo describe Stephen Inwood, es una tragedia de lo más grande.
Por ello, vamos a redactar el artículo de su biografía, para que podamos profundizar y apreciar mejor a este gran genio y a su indescriptible mente.
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Infancia
Realmente no se sabe mucho de la vida temprana de Hooke. La mayoría de sus datos están redactados en su inconclusa autobiografía que comenzó en 1696. Sin embargo, se sabe que nació el 18 de julio de 1635 en Freshwater, Isla de Wight. Sus padres fueron John Hooke y Cecily Gyles, y el propio Robert Hooke fue el menor de cuatro hijos.
Su padre era clérigo de la iglesia de Inglaterra, párroco de la Iglesia de Todos los Santos de Freshwater y también estuvo a cargo de una escuela local, por lo que fue capaz de enseñar a Robert, (se rumorea que no pudo asistir a la escuela con regularidad por sus problemas de salud), y lo educó con la esperanza de que se convirtiese en clérigo en el futuro.
Durante su juventud, Hooke estuvo fascinado de observar cosas, por la mecánica y el dibujo. Tal parece que hubo una ocasión en la que desmontó un reloj de latón y construyó una réplica de madera funcional. Y aprendió a dibujar, utilizando carboncillos, tizas y pasta de óxido de hierro preparados por él mismo.
En el año 1648 ocurrió la muerte de su padre, quien le heredó a Robert cuarenta libras con las que pudo pagar su educación.
Una vez en la escuela, Hooke se destacó como buen estudiante y viajó a Londres para ser aprendiz y estudiar con los retratistas Samuel Cowper y Peter Lely, pero posteriormente ingresó en el instituto Westminster School, donde fue alumno de Richard Busby.
Estadía en Oxford

En el año 1653, Hooke formaba parte del coro en la Christ Church de la universidad de Oxford como organista. El médico Thomas Willis, héroe personal de Hooke, le conoció y le dio empleo como «ayudante de química».
Posteriormente, Hooke se encontró con el filósofo natural Robert Boyle y obtuvo empleo como su asistente desde el año 1655 a 1662, tiempo durante el cual Boyle se encontraba en pleno proceso de construcción, operación y demostración de la «machina Boyleana» o bomba de aire de Boyle.
Hooke se encontraba embelesado con sus días en Oxford y él mismo describe a la universidad y a los amigos que allí hizo como la base de su pasión por la ciencia, especialmente su amigo Christopher Wren. Otro personaje que tuvo impacto en la vida de Hooke fue John Wilkins. Éste compartía ciertas similitudes con su maestro del instituto Westminster, Richard Busby, al compartir sus mismos ideales monárquicos. Celebraba lo que se llamaron “reuniones filósoficas” en su estudio, las cuales se consideran de suma importancia en las visiones de Hooke aunque no se conservan registros del contenido de las mismas, aunque se sabe que en ellas participó el mismo Robert Boyle para discutir sus ideas.
Fue después de sus años de trabajo con Boyle, entre 1662 o 1663, que Hooke finalmente obtuvo su maestría en Oxford.
Quien fue Robert Hooke en la Royal Society
El grupo que conformaba las reuniones filosóficas de Wilkins pasó a fundar la Royal Society, en 1660. Se dice que uno de sus primeros temas de discusión apenas un año después de su fundación fue un tratado corto sobre la salida del agua en tubos de vidrio delgados, en el que Hooke informó sobre la teoría de la capilaridad, que declara que la altura a la que se levanta el agua está relacionada con el diámetro del tubo.

El 5 de noviembre de ese mismo año, Sir Robert Moray propuso que se nombrase un encargado de equipar a la Society con experimentos, aprobándose por acuerdo popular la designación de Hooke para el cargo. Y en el año 1664, Sir John Cutler realizó una donación anual de 50 libras a la Society para la creación de una Conferencia de Mecánica y se designó a Hooke como encargado de la misma. Una vez llevada a cabo dicha conferencia, Hooke fue nombrado Curador de Oficio de por vida, con un sueldo adicional de 30 libras anuales dotadas por Cutler.
Durante su estadía en la sociedad, Hooke también llegó a conocer a su futuro rival de toda la vida, el mismo Isaac Newton, compañero en la Society, por una disputa relativa al crédito por su trabajo sobre la gravitación, los planetas y en menor grado, la teoría sobre la luz. Por ese entonces, Hooke era conocido por ser orgulloso, irascible y propenso a mostrarse sombrío con sus competidores, entre los cuales, Newton era uno de los más amenazantes.
El papel de Hooke en la Royal Society era realizar demostraciones de experimentos por sus propios métodos o a sugerencia de los miembros. Entre sus temas iniciales estuvieron las discusiones sobre la naturaleza del aire, la implosión de burbujas de cristal que habían sido selladas una vez rellenadas con aire caliente, entre otros. Dela misma manera, se realizaron experimentos sobre el tema de la gravedad, la caída de objetos, el peso de los cuerpos y la medición de la presión atmosférica a diferentes alturas y péndulos de hasta 60 m de longitud.
Durante su período de experimentación, ideó instrumentos para medir hasta un segundo de arco en el movimiento del sol o de otras estrellas, para medir la fuerza de la pólvora, y en particular un motor para tallar engranajes para relojes mucho más finos que los que se podían hacer a mano. Luego, durante los años 1663 y 1664, Hooke produjo sus observaciones de microscopia, compilados posteriormente en su libro, Micrographia, en 1665.
Por otro lado, no fue de mucha ayuda para él cuando Newton escaló hasta convertirse en Presidente de la Royal Society, mandato durante el cual hizo todo lo posible para eclipsarlo y mantenerlo en la oscuridad de la sociedad, causando así el olvido de su nombre hasta hace pocas décadas.

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Conclusión
Si bien no se conoce mucho sobre la biografía de Hooke, entre los datos que se conservan de él sin duda lo hacen ver como un verdadero genio. Un científico experimental como su término lo indica, Hooke era muy creativo y efectivo al momento de tener ideas originales que probasen sus teorías. Pese a no estar exento de tener defectos, Hooke fue un gran pensador e innovador dentro de lo que cupo y, sin importar sus errores, los hechos de su vida, o sus deficiencias de carácter, nada podrá cambiar eso.