
La biografía de Napoleón Bonaparte o tambien conocido como Napoleon I, nos cuenta que nació en Ajaccio, Córcega, el 15 de agosto 1779, hijo de Carlo Bonaparte, letrado y político ventajista, y su esposa, Marie-Letizia. Los Bonaparte eran una familia acomodada de la nobleza corsa, si bien se equiparaban con las grandes aristocracias de los familiares de Francia, Napoleón eran pobres y presuntuosos. Una combinación del ascenso social de Carlo, combinado con el adulterio de Letizia con el conde de Marbeuf – gobernante militar francesa de Córcega – y la capacidad del propio Napoleón le permitieron entrar en la academia militar de Brienne en mil setecientos setenta y nueve.
Se trasladó a la parisina École Royale Militaire en 1784 y se graduó un año después como segundo teniente en la artillería. Alentado por la muerte de su padre en el mes de febrero de 1785, el futuro emperador había completado en un año un curso que frecuentemente tomaría 3.
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Carrera Temprana De Napoleón Bonaparte
La desgracia de Córcega
Pese a ser publicado en la Francia continental, Napoleón fue capaz de pasar una gran parte de los próximos 8 años en Córcega a merced de su fiero, escritura de la letra y de la regla de flexión, como los efectos de la Revolución Francesa (que llevó a las guerras revolucionarias francesas) y pura buena suerte.

Allá, Napoleón, jugó un papel activo en los temas políticos y militares, en un comienzo el apoyo a los rebeldes de Córcega, Pasquale Paoli, ex- patrón de Carlo Bonaparte. Asimismo, la promoción de militares prosiguió, mas Napoleón se opone a Paoli y cuando la guerra civil reventó en mil setecientos noventa y tres, Bonaparte escapó a Francia, donde adoptaron la versión francesa de su nombre: Bonaparte. Los historiadores han empleado con cierta frecuencia el caso de Córcega como un microcosmos de la carrera de Napoleón.
Exito Fluctuante
La Revolución Francesa había diezmado la clase de oficiales de la república y los individuos favorecidos podrían conseguir la promoción veloz, la fortuna de Napoleón I subía y bajaba como un conjunto de patrones que vino y se fue. Para diciembre de 1793. Bonaparte fue el héroe de Toulon, un general y el preferido de Augustin Robespierre; poco después, tras la rueda de la revolución se volvió y Napoleón fue detenido por traición. Tremendo ‘flexibilidad’ política y el patrocinio salvado del vizconde Paul de Baras , pronto paso a ser uno de los 3 Directivos de Francia, y prosiguió.
Napoleón se transformó en un héroe nuevamente en 1795, defendiendo el gobierno de las fuerzas contrarrevolucionarias de ira; Baras, retribuido Napoleón arribó a un alto cargo militar, una situación con acceso a la columna vertebral política de Francia.
Bonaparte medró de forma rápida en una de las autoridades militares más respetados del país en una gran parte por no sostener sus creencias para sí mismo y se casó con Josefina de Beauharnais. Los comentaristas habían considerado esto, una coincidencia infrecuente para ese momento.
Napoleón Y El Ejército De Italia
En 1796 Francia atacó Austria. Napoleón I le dio el mando del Ejército de Italia pues el deseaba con lo que suelda un ejército de jóvenes, hambrientos y descontentos en una fuerza que consiguió una victoria tras otra en contra, en teoría, contrincantes más fuertes, Austria.
Además de la Batalla de Arcole, donde Napoleón Bonaparte tuvo suerte en lugar de inteligente, la campaña es legítimamente legendaria. Napoleón retornó a Francia en 1797 como la estrella más refulgente de la nación, tras haber brotado de la necesidad de un patrón. Alguna vez un enorme auto-publicista, sostuvo el perfil de una política independiente, gracias en parte a los diarios que ahora corrían.
El Fracaso En El Medio Oriente, El Poder En Francia
En mayo de mil setecientos noventa y ocho Napoleón Bonaparte fue a una campaña en Egipto y Siria, motivado por su deseo de nuevas victorias, la necesidad del francés para conminar imperio británico en la India y las preocupaciones del Directorio que su conocido general podría hacerse con el poder.

La campaña de Egipto fue un descalabro militar (pese a que tenía un enorme impacto cultural) y un cambio de gobierno en Francia ocasionó que Bonaparte desamparara – ciertos podrían decir que abandone – su ejército y volver en el mes de agosto de 1799. Poco más de una vez participó en la Brumario golpe de noviembre de 1799, acabando como un miembro del consulado, nuevo triunvirato gobernante de Francia.
Napoleón Bonaparte Como Primer Cónsul
La transferencia de poder no podría haber sido simple – que debe mucho a la fortuna y la abulia – mas una enorme habilidad política de Napoleón, estaba clara; en el mes de febrero de 1800 se estableció como el primer cónsul, una dictadura práctica con una constitución envuelta firmemente alrededor de él. No obstante, Francia se hallaba aún en guerra con sus compañeros en Europa, Napoleón se dispuso a golpearlos. Lo hizo en un año, si bien dio en la clave y triunfo – la batalla de Marengo, luchado en el primer mes del verano de mil ochocientos – fue ganada por el French General Desaix.
Napoleón Bonaparte, De Reformador Al Emperador
Teniendo tratados concertados, que dejaron Europa en paz Bonaparte empezó a trabajar en Francia, la reforma de la economía, el sistema legal (el renombrado y perdurable Código Napoleón), iglesia, militar, educación y gobierno.
Estudió y comentó sobre los detalles meticulosos, con frecuencia mientras que viajaba con el ejército, y las reformas siguieron a lo largo de la mayoría de su gobierno. Bonaparte exhibió una habilidad indiscutible, puesto que los dos legisladores y hombres de estado – una investigación de estos logros podrían competir con los de sus campañas para el tamaño y la profundidad, mas muchos habían argumentado que este talento era de forma profundamente imperfecto e inclusive fervientes partidarios aceptar que Napoleón Bonaparte cometió fallos. La popularidad del Cónsul se sostuvo en alto – ayudado por su dominio de la publicidad, sino más bien asimismo un auténtico apoyo nacional – y fue escogido Consulado para toda la vida por el pueblo francés en mil ochocientos dos y emperador de Francia en mil ochocientos cuatro, un título que Bonaparte trabajó duro para sostener y gloriar.
Ideas como la de asistir a el Concordato con la Iglesia y el Código logro asegurar su estatus.
Un Retorno A La Guerra
No obstante, Europa no estaría en paz por bastante tiempo. Fama, ambición y el carácter de Napoleón Bonaparte se fundamentaron en la conquista, con lo que es prácticamente ineludible que su reordenado Grande Armée lucharía más guerras. No obstante, otros países europeos asimismo procuraron enfrentamientos, en tanto que no solo desconfían y temen de Bonaparte, asimismo sostuvieron su hostilidad contra la cara de la Francia revolucionaria. Si alguna de las partes no hubiera buscado la paz, las batallas aún habrían continuado.

Más En El Imperio De Napoleón.
A lo largo de los próximos 8 años Napoleón I dominó Europa, la lucha y derrota a una serie de coaliciones con asociaciones de Austria, Gran Bretaña, Rusia y Prusia. En ocasiones sus victorias estaban aplastando – como Austerlitz en mil ochocientos cinco, cita de forma frecuente como la mayor victoria militar jamás – y en otras ocasiones era también muy agraciado, luchando prácticamente a un punto fallecido, o bien ambos; Wagram erige como ejemplo de este último. Bonaparte forjó nuevos estados en Europa, incluyendo la Confederación Alemana – construido desde las ruinas del Imperio Romano – y el Ducado de Varsovia, al unísono que la instalación de su familia y los preferidos en situaciones de gran poder: Murat lo transformó en el rey de Nápoles y Bernadotte Rey de Suecia, este último, pese a su traición usual y el descalabro.
Las reformas fueron progresivas y Bonaparte tuvo un efecto cada vez mayor sobre la cultura y la tecnología, transformándose en un patrón de los dos las artes y las ciencias, al paso que la estimulación de contestaciones creativas mediante Europa.
Los Fracasos De Napoleón Bonaparte
En la vida de Napoleón Bonaparte también hubo fallos y padeció reveses. La marina francesa se sostuvo firmemente bajo control por su equivalente británico y el intento del emperador de amaestrar Gran Bretaña mediante la economía – el Sistema Continental – dejo a Francia perjudicado y sus supuestos aliados en buena medida. La interferencia de Bonaparte en España ocasionó inconvenientes todavía mayores, puesto que el Rey de España se negó a admitir al hermano de Napoleón, José como rey, combatiendo una guerra de guerrillas viciosa contra los invasores franceses.
El ‘úlcera’ de España resalta otro inconveniente del reinado de Bonaparte: no podía estar en todas y cada una de las partes en su imperio al unísono, y las fuerzas que mandó a pacificar a España fracasó, en tanto que frecuentemente hicieron en otro sitio sin él. Mientras, las fuerzas británicas ganaron un punto de apoyo en Portugal, combatiendo de forma lenta su camino mediante la península y acercándose poco a poco más tropas y recursos de la propia Francia. No obstante, estos fueron los días de gloria de Napoleón, y el 11de marzo de 1810 se casó con su segunda esposa, María Luisa; su único hijo Napoleón II, nació un año después, el 20 de marzo 1811.
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1812: Desastres De Napoleón En Rusia
El Imperio Napoleónico puede haber mostrado signos de deterioro para 1811, incluyendo una caída en la fortuna diplomática y un progresivo descalabro en España, mas estos temas fueron eclipsados con lo que sucedió después.
En 1812, Napoleón Ie fue a la guerra con Rusia, el montaje de una fuerza de más de 400 soldados, acompañados por exactamente el mismo número de seguidores y apoyo.
Tal ejército era prácticamente imposible de nutrir o bien, de supervisar de forma conveniente y los rusos se retiraron en reiteradas ocasiones, la destrucción de los recursos locales y la separación de Bonaparte de sus suministros.
El emperador vacilaba de manera continua, llegando por último a Moscú el ocho de septiembre, tras la batalla de Borodin, un enfrentamiento concluyente, donde murieron más de ochenta soldados.
No obstante, los rusos se negaron a rendirse, en vez de incendiar Moscú y forzando a Napoleón Bonaparte a un largo retiro nuevamente, a territorio amigo. La Grande Armée fue atacado por el apetito, las inclemencias del tiempo y partisanos rusos horribles en todas y cada una de las partes, y para el final de mil ochocientos doce solo diez soldados fueron capaces de combatir. Muchos de los demás habían fallecido en condiciones terribles, con los seguidores del campamento faring todavía peor.
En la última mitad de mil ochocientos doce, Napoleón había destruido la mayoría de su ejército, padeció una degradante retirada, hizo de Rusia un oponente, borrando los valores de Francia de los caballos y destrozando su reputación. Un golpe había sido intentado en su ausencia y sus oponentes en Europa fueron re-vigorizados, formando una enorme coalición con la pretensión de removerlo. Como un elevado número de soldados oponentes avanzaron mediante Europa hacia Francia, para virar los Estados que Bonaparte había creado, el emperador levantó, pertrechado y mandó un nuevo ejército. Este fue un logro notable, más las fuerzas combinadas de Rusia, Prusia, Austria y otros solo empleó un plan simple, reculando desde el propio emperador y avanzando nuevamente cuando se trasladó a enfrentar la próxima amenaza.
1813 y 1814 Abdicación
Durante 1813 Y 1814 la presión medró en Napoleón Bonaparte; no solo eran sus oponentes rectificando sus fuerzas caras abajo y se aproximaban a París, más los británicos habían luchado fuera de España y en Francia, Marshalls de la Grande Armée eran de bajo desempeño y Bonaparte había perdido el apoyo de la opinión pública francesa.
Sin embargo, para la primera mitad de mil ochocientos catorce Napoleón exhibió el genio militar de su juventud, mas era una guerra que no podía ganar solo. El treinta de marzo de mil ochocientos catorce, París se rindió a las fuerzas aliadas sin combatir, y, en frente de la traición masiva y las probabilidades imposibles militares, Napoleón abdicó como emperador de Francia; y fue desterrado a la isla de Elba.

Los 100 dias y el exilio de Napoleón Bonaparte
Sin duda aburre y siendo consciente del descontento continuo en Francia, Napoleón I hizo un fenomenal regreso al poder en 1815. Viajando a Francia en secreto, atrajo gran apoyo y demandó su trono imperial, como reordenar el ejército y el gobierno. Este era una condena para sus contrincantes y tras una serie de compromisos iniciales, Bonaparte fue derrotado por poco en una de las más grandes batallas de la historia: Waterloo.
Esta aventura final se había producido en menos de 100 días, cerrando con la segunda abdicación de Napoleón, el 25 de junio de 1815, con lo que las fuerzas británicas lo forzaron a subir todavía más el exilio.
Situado en Santa Elena, una pequeña isla rocosa bien lejos de Europa, la salud y el carácter de Napoleón fluctuaron; murió al plazo de 6 años, el 5 de mayo de 1821, a la edad de 51 años. Las causas de su muerte han sido objeto de discute desde ese momento, y las teorías de conspiración que implican veneno son moneda corriente.
Conclusión
Las narrativas simples sobre la vida de Napoleón Bonaparte pueden completar libros enteros, y mucho más con discusiones detalladas de sus logros, y los historiadores prosiguen divididos sobre el emperador: ¿Era Napoleón Bonaparte, un déspota atroz o bien un sátrapa ilustrado? ¿Era un genio torturado o bien una torpe con la fortuna de su lado? Estas discusiones son probables que se resuelvan, gracias en parte al peso del material de origen – con lo que no es muy probable que un historiador realmente podría dominar todo – y el propio Napoleón.
Durante su vida, Napoleón Bonaparte fue, y sigue siendo, tan alucinante, precisamente por el hecho de que era una mezcla tan masiva de contradicciones – en sí prohíbe conclusiones – y debido al gran efecto que tuvo en Europa: no se debe olvidar que asistió primera conservan, ahora, crear de forma activa, un estado de gran guerra europea que duró veinte años.
Realmente pocas personas han tenido un efecto tan enorme en el planeta, en la economía, la política, la tecnología, la cultura y la sociedad, haciendo que la vida de Bonaparte fuera aún más fabulosa que cualquier ficción verosímil.
No obstante, es posible procurar un pequeño resumen sobre su personaje: Napoleón no pudo haber sido un general del genio absoluto, mas era muy bueno; que no puede haber sido el mejor político de su edad, más frecuentemente era excelente; que no puede haber sido un legislador perfecto, mas sus contribuciones fueron fundamentales.
Así sea que lo admiraran por el auténtico, pero también incuestionable genio de Napoleón I, él odio las cualidades por las que siempre fue elogiado como Prometeo, era conjuntar todos estos talentos, para tener de alguna forma – así sea suerte, el talento o bien la fuerza de voluntad – resucitado de caos, entonces edificó, dirigido y espectacularmente destruido un imperio ya antes de hacer todo nuevamente en un pequeño microcosmos un año después.
Con La biografía de Napoleón Bonaparte podemos ver que, bien fuera héroe o bien déspota, las reverberaciones se hicieron sentir en toda Europa desde hace un siglo.