
Para iniciar la biografía de la Madre Teresa de Calcuta, queremos resaltar una de sus frases mas representativas:
“Difunde el amor donde quiera que vayas. No dejes que nadie se aleje de ti sin ser un poco más feliz.”
Contents
Introducción
Han existido pocas almas en la historia de la humanidad tan cándidas como lo fue la Madre Teresa de Calcuta, quien entregó todo lo que tenía en sí y mucho más para cumplir con la palabra y la obra de Dios en la Tierra. Hubo muchos acontecimientos en su vida que formaron su gran renombre y están todos plasmados en su impresionante biografía.
Primeros años
Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910 en Uskub, (actualmente Skopie), República de Macedonia, pero solía considerar como su fecha de nacimiento el 27 de agosto, ya que ese fue el día en que la bautizaron. Fue la menor de los hijos de un matrimonio acomodado de Shkodër, integrado por Nikollë Bojaxhiu y Dranafile Bernai. Su familia pertenecía a la población albanesa proveniente de Kosovo estable en Shkodër. Su padre, envuelto en la política de Albania, murió súbita y enigmáticamente en 1919 cuando Agnes apenas tenía ocho años luego de ser trasladado al hospital, por causas desconocidas, aunque se presume que fue a causa de un envenenamiento. Tras la muerte de este, su madre la educó en el seno de la religión católica.

A la edad de cinco años hizo la Primera comunión y a los seis, la Confirmación; pronto, a los doce años de edad, ya estaba convencida de que debía dedicarse a la religión. Su resolución definitiva fue tomada el 15 de agosto de 1928, mientras rezaba en la capilla de la Virgen Negra de Letnice, donde acudía con frecuencia de peregrinación.
En su niñez, Agnes acudió a la escuela estatal y fue soprano solista del coro de su parroquia; además de encargarse de la dirección del grupo en caso de ausencia del director. También concernía a una congregación mariana fundada en 1563 y conocida como Sodalicio de Nuestra Señora, donde empezó a interesarse por las leyendas de los misioneros jesuitas de Yugoslavia que estaban en Bengala. Desde ese momento concibió la aspiración de trabajar al igual que ellos en la India.
En el convento de Loreto
El 26 de septiembre del año 1928, poco después de haber cumplido 18 años de edad, se dirigió con una amiga a la Abadía de Loreto, concerniente a la congregación religiosa católica Instituto de la Bienaventurada Virgen María, en Rathfarnham, Irlanda. A partir de ese momento, jamás volvió a ver a su madre o a su hermana.
Inicialmente, asistió a ese lugar para instruirse en inglés (que era el idioma que las hermanas de Loreto enseñaban a los niños en la India). Una vez allí, fue recibida como solicitante y en noviembre de ese año se transportó por vía marítima hacia Calcuta, sitio a donde llegó el 6 de enero de 1929.
En Darjeeling, cerca de las montañas del Himalaya, empezó su noviciado y estudió bengalí además de enseñar en la escuela de Santa Teresa, que se hallaba cerca de su convento. Después de hacer sus votos de pobreza, castidad y obediencia como monja el 24 de mayo de 1931, fue trasladada al Colegio de Santa María en Entally, al este de Calcuta. En ese período, eligió ser llamada con el mismo nombre que Teresa de Lisieux, la santa patrona de los misioneros. Sin embargo, debido a que una enfermera en el convento ya había elegido ese nombre, Agnes optó por usar el término castellanizado de “Teresa” (en vez de “Thérèse”). El 14 de mayo de 1937, Teresa hizo sus votos solemnes mientras enseñaba en el colegio del convento de Loreto. Trabajó ahí por casi veinte años como profesora de historia y geografía hasta que, en 1944, se convirtió en directora del centro.

Aunque disfrutaba enseñar en el colegio, cada vez se turbaba más en razón de la pobreza existente en Calcuta. La hambruna de 1943 en Bengala envió consigo miseria y muerte a la ciudad, mientras que la ola de violencia hindú-musulmana suscitada en agosto de 1946 hundió a la población en la desesperación y el terror.
Las Misioneras de la Caridad
El 11 de septiembre de 1946, designada ya encargada de un colegio de las Hermanas Santa Ana, Teresa advirtió lo que más tarde narró como la “llamada dentro de la llamada”, en referencia a haber escuchado a Dios pidiéndole que dedicara su vida a los menos afortunados de la sociedad.
Tras haber tomado adiestramiento hospitalario primordial en París con el sustento bancario de un empresario indio católico, empezó a trabajar entre los pobres en 1948 enseñándoles a leer. Tras acoger la ciudadanía india en 1950, recibió formación como enfermera durante tres meses en Patna con las Hermanas Misioneras Médicas de Norteamérica y finalmente se estableció en los barrios más pobres. Al principio, inauguró una escuela en Motijhil (Calcuta) y pronto comenzó a orientarse hacia las escaseces de los indigentes y de los hambrientos. A comienzos de 1949, se le acopló un grupo de mujeres jóvenes y sentó las bases para crear una nueva comunidad religiosa que ayudara a los “más pobres entre los pobres”. Pronto sus esfuerzos atrajeron la atención de funcionarios indios, entre ellos el primer ministro, quienes le expresaron su aprecio.
Teresa subrayó en su diario personal que su primer año de trabajo con los pobres quedó lleno de aprietos. No tenía ingresos y por ello se veía en la necesidad de pedir donaciones de víveres y abastecimientos. Según lo contado por ella misma, durante los primeros meses experimentó duda, soledad e incluso, la tentación de volver a su vida en el convento.
En 1948, remitió una petición al Vaticano para formar una congregación diocesana; sin embargo, en la India existían serias dificultades políticas como consecuencia de su reciente independencia, por lo que, podría ser mal visto que una europea se dedicara a los pobres en la situación de ese entonces. Sin embargo, se le confirió su permiso para abandonar el convento en agosto de 1948 cuando abandonó el lugar solamente con cinco rupias para ayudar a los más necesitados. Madre Teresa comenzó a portar un sari blanco de algodón decorado con bordes azules en sustitución de su tradicional hábito de Loreto. El 7 de octubre de 1950, la Santa Sede le autorizó a inaugurar su nueva congregación, a la cual nombró: las Misioneras de la Caridad.
Aunque inicialmente la congregación tenía solo trece miembros en Calcuta, con el tiempo llegó a poseer más de cuatro mil integrantes presentes en orfanatos, hospicios y centros de sida de todo el mundo. La congregación ofreció caridad y cuidado a los refugiados, entre los que se contaban ciegos, discapacitados, alcohólicos, ancianos, pobres, personas sin hogar y víctimas de inundaciones, epidemias o hambrunas.
En 1952, abrió el primer hogar para moribundos en Calcuta. Luego de obtener apoyo de varios funcionarios indios, se cambió un abandonado templo hindú al Hogar para moribundos “Kalighat”, un hospicio gratuito para los pobres.
En 1955, con el creciente aumento de niños abandonados, abrió la institución “Hogar del Niño del Inmaculado Corazón” para los huérfanos y los jóvenes sin hogar. Posteriormente, fundó el centro “Shanti Nagar” para aquellos individuos que padecían la enfermedad de Hansen, comúnmente conocida como lepra, junto con otras clínicas similares donde las Misioneras de la Caridad proporcionaban atención médica y alimentos.
Su orden empezó a difundirse por el mundo a partir de 1965, cuando su congregación se asentó en Venezuela con tan solo cinco hermanas. Hacia el año 1968, Madre Teresa había inaugurado establecimientos en Roma, Tanzania y Austria e incluso se extendió por gran parte de Asia, África, Europa y Estados Unidos.

Entre el 26 de marzo y el 16 de diciembre de 1971, ocurrió la Guerra de Liberación de Bangladesh, un enfrentamiento belico entre la India y Pakistán, en la cual se originaron violaciones a mujeres, razón por la cual muchas se habrían suicidado, enloquecido o huido. Además, se les había prohibido contraer matrimonio y tener hijos durante ese período. La Madre Teresa junto a sus hermanas establecieron sitios para acogerlas y brindarles todos los cuidados necesarios. El gobierno, por su parte, otorgó la asistencia de unas 15 hermanas más debido a la gran cantidad de refugiadas. Luego fueron alentadas para que volvieran a reconstruir su matrimonio, adoptar hijos y regresar a sus pueblos, motivo por el cual recibieron el agradecimiento del primer ministro, que relató que esas jóvenes deberían ser consideradas como “heroínas nacionales”.
En 1982, a la altura del bloqueo de Beirut, la Madre Teresa salvó a 37 niños que estaban encerrados en un hospital de esa región tras negociar un cese al fuego entre el ejército israelí y las guerrillas palestinas. Acompañada por trabajadores de la Cruz Roja, se trasladó a través de la zona de guerra hacia el hospital devastado para evacuar a los pacientes jóvenes.
A finales de la década de 1980, aumentó sus bríos en los países comunistas que habían desconocido a las Misioneras de la Caridad inicialmente y se indujo en decenas de planes. Visitó la República Soviética de Armenia después del terremoto de Spitak en 1988 y se reunió con Nikolai Ryzhkov, presidente del Consejo de Ministros. Además, transitó para presentarse y atender a varios hambrientos en Etiopía al igual que a las víctimas del accidente de Chernóbil y las de un terremoto de Armenia. En 1991, la Madre Teresa volvió por primera vez a su tierra natal y abrió una casa de Hermanos Misioneros de la Caridad en Tirana.
Para 1996, Teresa regía 517 misiones en más de 100 países. Con el paso de los años, las ayudantes de la Madre Teresa pasaron de ser trece a miles, ayudando en alrededor de 450 centros de todo el mundo. La primera casa de los Misioneros de la Caridad en Estados Unidos se estableció en el sur del distrito del Bronx, Nueva York, en 1984, con el fin de operar en 19 establecimientos de todo el país.
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Últimos años y muerte
Con el paso de los años, la salud de la Madre Teresa comenzó a descalabrarse cada vez más a un ritmo apresurado. En 1983, sufrió un ataque cardíaco en Roma mientras visitaba al papa Juan Pablo II. Después de un segundo ataque en 1989, recibió un marcapasos artificial. En 1991, se recuperó de una neumonía durante una estancia en México, para lo cual fue tratada en un hospital de California. Aquejada por nuevos padecimientos cardíacos, propuso desistir de su puesto como guía de las Misioneras de la Caridad, pero las monjas de la orden, en un sufragio secreto, votaron unánimemente a favor de que se quedara y la Madre Teresa aceptó extender su tarea al frente de la orden. En 1993 fue ingresada en el Hospital de las Naciones Unidas a raíz de una congestión pulmonar que le provocó, entre otros síntomas, fiebre. Ese mismo año desarrolló malaria, la cual se agravó debido a sus problemas pulmonares y cardíacos, y en Roma se rompió tres costillas.
En abril de 1996, la Madre Teresa se cayó y se fracturó la clavícula. Para agosto, padecía de insuficiencia en el ventrículo izquierdo de su corazón. Recibió una cirugía cardíaca pero su salud decayó de manera importante. Cuando enfermó de nuevo, tomó la debatida decisión de internarse en un hospital bien equipado de California, lo que originó diversas críticas. Al ser hospitalizada por problemas cardíacos de nuevo, el arzobispo de Calcuta, Henry Sebastian D’Souza, ordenó a un sacerdote llevar a cabo un exorcismo en la Madre Teresa con su permiso porque pensaba que ella podía haber sido atacada por el diablo.
El 13 de marzo de 1997, renunció como jefa de las Misioneras de la Caridad debido a sus enfermedades y padecimientos.
Finalizamos la biografía de la Madre Teresa de Calcuta, con los datos de su muerte, Teresa de Calcuta falleció el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años de edad a causa de un paro cardíaco, después de amanecer con fuertes dolores de espalda y problemas respiratorios.