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Histeria Femenina, la Común Enfermedad Diagnosticada en la era Victoriana

historia de la histeria femenina

El término histeria viene del griego “hystera”, que significa útero. De acuerdo con la RAE, la histeria es una “enfermedad nerviosa crónica, más frecuente en la mujer que en el hombre, caracterizada por gran variedad de síntomas, principalmente funcionales y a veces por ataques convulsivos”. 

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Historia

En el antiguo Egipto, se encontró un antiguo texto médico: un papiro en Kahoun de 1900 a.C., el cual denomina esta enfermedad como “perturbaciones del útero”. La idea principal de la afección mencionaba que cuando el útero no tiene lo que desea, en consecuencia, se desplaza de manera imprevista por el cuerpo.    

En la Antigüedad Clásica muchos filósofos abordaron el tema de la Histeria en sus escritos. Platón, por ejemplo, afirma en Timoteo, Diálogos: “En las mujeres lo que se llama matriz o útero es un animal que vive en ella con el deseo de hacer hijos. Cuando permanece mucho tiempo estéril después del periodo de la pubertad apenas se le puede soportar pues se indigna, va errante por todo el cuerpo, bloquea los conductos del aliento, impide la respiración, causa una molestia extraordinaria y ocasiona enfermedades de todo tipo”. 

En la Edad Media, la Histeria era denominada como un mal que se había apoderado de las mujeres. En ese momento, la patología dejó de verse como una enfermedad para ser tratada desde el ámbito religioso. Durante este tiempo concluían que son brujas que se dejaban influenciar por el Diablo. 

Sin embargo, en el Renacimiento, la Histeria pierde su contexto demoníaco y empieza a desvincularse de la Iglesia, para volver al campo de la Medicina, dando paso a la ciencia que trataban de descubrir el misterio de la mujer histérica. Por tanto, la histeria femenina adquiere mayor poder como diagnóstico médico. 

En el siglo XIX, durante la era victoriana (1831-1901) se desarrolló el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomnio, pesadez abdominal, irritabilidad y pérdida de apetito. La Medicina descubrió una nueva realidad, la mujer posee instinto sexual y necesita las relaciones sexuales para mantenerse sana. 

Tratamiento

Las mujeres diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como “masaje pélvico”. Este consiste en la estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo. Durante esa época, el orgasmo se denominaba “paroxismo histérico”. 

El deseo sexual reprimido de las mujeres era considerado una enfermedad y acudir a la consulta para tratar esto era habitual. Sin embargo, los médicos y enfermeras empezaron a inventar artefactos para que el tratamiento fuera más higiénico, rápido y fácil. 

Gracias a la invención del médico británico, Joseph Mortimer Granville, el primer vibrador se creó en 1870. Este aparato estimulaba los músculos internos de la vagina, por tanto, ayudaba a aumentar la excitación. El artículo electromecánico con forma fálica fue todo un éxito, ya que lograba “aliviar” a las pacientes en menos de diez minutos. En la misma época decidieron fabricar un vibrador personal para evitar estas situaciones en las consultas.