
Antes de dar inicio a la biografía de Gregorio Mendel, queremos resaltar una de las frases más significativas a lo largo de su vida:
El valor y la utilidad de cualquier experimento se determinan por la aptitud del material para el propósito para el que se utiliza, y por lo tanto en el caso que nos ocupa no pueden ser inmaterial lo que las plantas son sometidas a experimento y de qué manera tal experimento se lleva a cabo.
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Introducción
La genética es una ciencia muy extraña pero a la vez fascinante. Es gracias a ella que podemos entender por qué algunos hijos se parecen o no a sus padres, por qué tienen el color de ojos que tienen, el color de piel, la forma de labios, etc., etc.
Los principios de la genética no son muy difíciles de entender, gracias a que el Padre de esta ciencia, por excelencia, el célebre Gregorio Mendel se encargó de redactar sus enunciados de la forma más concisa posible. Es difícil encontrar a alguien que no haya escuchado las palabras “heterocigotos”, “homocigotos”, “alelos”, y mucho menos “genes”; aunque estas palabras en sí suenen complicadas, las funciones y significado que cumplen no son nada difíciles. Todas estas palabras son empleadas al momento de desentrañar secretos y cualidades hereditarias que se transmiten de un organismo a otro, como de un padre a un hijo.

Sin embargo, el camino a desarrollar estas teorías no fue nada sencillo, Mendel requirió de muchos ensayos, experimentos y errores, además de largas horas de observación a diferentes organismos durante la etapa de reproducción de los mismos. Desde abejas hasta simples guisantes, Mendel aprovechó cuanto estuviese a su alcance para descifrar el misterio que se escondía ante él. Pasó algo de tiempo antes de que el propio Mendel confirmase su teoría, pero pasó aún más tiempo antes de que ésta fuese reconocida y aceptada, pues en su momento no solo fue ignorada sino también ridiculizada, privándole a muchas otras grandes mentes los descubrimientos que uno de los suyos había desarrollado en pro del futuro de la ciencia. Charles Darwin se encuentra entre la lista de quienes desconocían del trabajo de Mendel en su época.
Lo cierto es que Gregor Mendel estaba muy adelantado a su época, eso no es un secreto, pero la buena noticia es que, aunque fuese después de tantos años, sus ideas, trabajos y esfuerzos fueron finalmente recompensados y reconocidos. Démosle gracias a Mendel por convertir la ciencia en lo que es hoy. Sin él, probablemente seguiríamos preguntándonos como es que alguien puede tener los ojos azules, verdes, marrones o de cualquier color; por qué un niño no tiene el mismo color de ojos que su padre o de su madre, etc., etc. Es una suerte que Mendel haya existido para proveernos las respuestas a estas preguntas y para conmemorarlo, siempre es buena idea aprender acerca de los pasos que tomó esta gran mente desde sus primeros días.
Primeros años
Gregor Mendel nació el 20 de julio de 1822 en un pueblo llamado Heinzendorf, en la República Checa; fue bautizado con el nombre de Johann Mendel. Su padre era un veterano de las guerras napoleónicas, y su madre, la hija de un jardinero; Mendel sufrió de una infancia repleta de carencias, pobreza y penalidades en las que tuvo que crecer y adaptarse de muchas maneras para seguir adelante.
Años después, adoptó el nombre del padre Gregorio al ingresar como fraile agustino en el convento de agustinos de Brno y sede de clérigos ilustrados, el 9 de octubre de 1843. Posteriormente fue ordenado sacerdote el 6 de agosto de 1847.
En el año 1849 realizó un examen con intención de ingresar como profesor en una escuela secundaria en Znojmo, pero suspendió; dos años después ingresó a la Universidad de Viena donde estudió historia, botánica, física, química y matemática. Fue en ese lugar y momento que comenzó sus diversos análisis sobre la herencia de las abejas.
Vida Posterior

Mendel fue titular de la prelatura de la Imperial y Real Orden Austriaca del emperador Francisco José I, director emérito del Banco Hipotecario de Moravia (República Checa), fundador de la Asociación Meteorológica Austriaca, miembro de la Real e Imperial Sociedad Morava y Silesia para la Mejora de la Agricultura, Ciencias Naturales, Conocimientos del País y jardinero (aprendió de su padre como hacer injertos y cultivar árboles frutales).
Mendel presentó sus trabajos en las reuniones de la Sociedad de Historia Natural de Brno el 8 de febrero y de marzo de 1865, y los publicó posteriormente como Experimentos sobre hibridación de plantas en 1866 en las actas de la Sociedad. Sus resultados fueron ignorados por completo, y tuvieron que transcurrir más de treinta años para que fueran reconocidos y entendidos.
Al plasmar las características fenotípicas (es decir, referentes a la apariencia externa) de los guisantes las llamó “caracteres”. Usó el nombre “elemento” para referirse a las formas genéticas aisladas. Su mérito reside en darse cuenta de que en sus experimentaciones (variedades de guisantes) siempre ocurrían en desigualdades con ritmos numéricos sencillos.
Los “elementos” y “caracteres” han tomado consecutivamente muchos seudónimos, pero hoy se conocen de forma universal con el término genes, que sugirió en 1909 el biólogo danés Wilhelm Ludwig Johannsen. Y, para ser más específicos, las versiones disparejas de un gen, subsidiarias de un fenotipo individual, se llaman alelos. Los guisantes cuyas semillas son verdes y amarillos corresponden a distintos alelos del gen responsable del color de las semillas.
Leyes de Mendel
Los enunciados que desarrolló Gregor Mendel, se describen de la siguiente manera:
- Primera ley o principio de la uniformidad: “Cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales”. El cruzamiento de dos organismos homocigóticos, uno de ellos dominante (AA) y el otro recesivo (aa), origina solo organismos heterocigóticos, es decir, los organismos de la primera generación sucursal son uniformes entre ellos (Aa).
- Segunda ley o principio de la segregación: “Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste”. El cruzamiento de dos organismos de la F1, que es la primera generación filial, (Aa) dará origen a una segunda generación filial en la cual reaparece el fenotipo «a», a pesar de que todos los individuos de la F1 eran de fenotipo «A». Esto hace suponer a Mendel que el carácter «a» no había desaparecido, sino que solo había sido «oscurecido» por el carácter «A» pero que, al reproducirse un organismo, cada carácter se divide por separado.
La biografia de Gregor Mendel creador de las Leyes de Mendel - Tercera ley o principio de la combinación independiente: Hace referencia al cruce polihíbrido (monohíbrido: cuando se considera un carácter; polihíbrido: cuando se consideran dos o más caracteres). Mendel trabajó este cruzamiento en guisantes, en los cuales las características que él observaba (color de la semilla y rugosidad de su superficie) se encontraban en cromosomas separados. De esta manera, observó que los caracteres se transmitían independientemente unos de otros. Esta ley, sin embargo, deja de cumplirse cuando existe vinculación (dos genes están muy cerca y no se separan en la meiosis).
Algunos autores obvian la primera ley de Mendel, y por tanto llaman “primera ley” al principio de la segregación y “segunda ley” al principio de la transmisión independiente (para estos mismos autores, no existe una “tercera ley”).
Experimentos de Mendel
Mendel inició sus ensayos escogiendo dos plantas de guisantes que se prorrogaban en un carácter, cruzó una variante que originaba semillas amarillas con otra que producía semillas verdes; estas plantas formaban la llamada generación parental (P).
Como consecuencia de este cruzamiento se originaron plantas que engendraban nada más que semillas amarillas, renovó los cruzamientos con otras plantas de guisante que diferenciaban en otros caracteres y el producto era el mismo, se originaba un carácter de los dos en la generación filial. Al carácter que surgía lo llamó carácter dominante y al que no, carácter recesivo. En este caso, el color amarillo es uno de los caracteres dominantes, mientras que el color verde es uno de los caracteres recesivos.
Las plantas obtenidas de la generación parental se denominan en conjunto primera generación filial (F1). Mendel dejó que se autofecundaran las plantas de la primera generación filial y consiguió la llamada segunda generación filial (F2), concertada por plantas que originaban semillas amarillas y por plantas que originaban semillas verdes en una simetría aproximada a 3:1 (tres de semillas amarillas y una de semillas verdes). Repitió el experimento con otros caracteres diferenciados y obtuvo resultados similares en una proporción 3:1. A partir de esta experiencia, formuló las dos primeras leyes.
Más adelante decidió evidenciar si estas leyes funcionaban en plantas diferenciadas en dos o más caracteres, para lo cual optó como generación parental a plantas de semillas amarillas y lisas y a plantas de semillas verdes y rugosas. Cruzó dichas plantas y consiguió la primera generación filial, formada por plantas de semillas amarillas y lisas, con lo cual la primera ley se cumplía; en la F1 aparecían los caracteres dominantes (amarillos y lisos) y no los recesivos (verdes y rugosos).
Obtuvo la segunda generación filial autofecundando a la primera generación filial y consiguió semillas de todos los estilos posibles, plantas que producían semillas amarillas y lisas, amarillas, verdes y rugosas; las contó y tanteó con otras diversidades y se lograban en una proporción 9:3:3:1 (nueve plantas de semillas amarillas y lisas, tres de semillas amarillas y rugosas, tres de semillas verdes y lisas y una planta de semillas verdes y rugosas).
Mendel y la Apicultura
Un aspecto no muy conocido acerca de Mendel fue su dedicación a la apicultura durante los últimos 10 años de su vida.
Mendel reconoce que las abejas resultaron un modelo de investigación frustrante, y es probable que el experimento realizado con abejas tuviera como objetivo confirmar la teoría de la herencia.
En 1854 Mendel discute en Silesia con los apicultores la hipótesis de Jan Dzierzon que enuncia que las reinas infértiles o los huevos que no son fecundados por esperma de los machos producen zánganos, produciéndose reproducción sexual en las hembras y reproducción asexual en los machos o zánganos. A este proceso Jan Dzierzon lo denominó partenogénesis.

La teoría de Dzierzon fue confirmada por combinación, si bien el cruzamiento de abejas es dificultoso, pues durante el vuelo nupcial de la reina no debe haber zánganos extraños. Por ello, Mendel erigió una jaula de tejido de cuatro metros de largo y cuatro de alto, situando la colmena en el interior de ella, para lograr el objetivo deseado que era realizar los cruces necesarios para lograr los híbridos de diferentes razas de abejas. Pero la teoría de Dzierzon no se confirmó en vida de Mendel. Seguramente lo que Mendel pretendía era probar la segregación de caracteres genéticos.
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El director de la Sociedad de Apicultura de Brünn (Brno), Ziwansky, suministró diferentes razas de abejas de la especie Apis mellifera: italianas (Apis mellifera ligustica), carniolas (Apis mellifera carnica), egipcias y chipriotas, que los apicultores locales reproducían. Las chipriotas fueron obtenidas directamente de Chipre por el conde Kolowrat. Algunas de las abejas con diferencias de colores fueron obtenidas de Pernambuco (Brasil), incluidos algunos especímenes de Sudamérica. Estos fueron enviados por el profesor Macowsky a Mendel y eran abejas de la especie Trigona lineata, melipónidos o abejas sin aguijón, criadas durante dos años sucesivos.
Mendel fue un activo miembro de la Sociedad de Apicultura de Brno y en 1871 fue nombrado presidente de la misma. Entre el 12 y el 14 de septiembre de 1871, Mendel y Ziwansky fueron delegados por la Asociación de Apicultura de Brünn (Brno) al Congreso de Apicultura en lengua germana a desarrollarse en Kiel. En 1873 Mendel declinó la presidencia y en 1874 fue reelecto, pero por circunstancias personales privadas indicó que le resultaba imposible ocupar el cargo. En 1877 se afirma, en Honigbienen (la revista de la Asociación), que el prelado de las abejas poseía 36 colmenas. Pero en realidad el interés biológico de Mendel residía en la relación que tienen las abejas con las flores.
A lo largo de nuestra historia podemos ver como muchas personas dedicaron su vida a la investigación, y así como Medel, nos heredaron un cumulo de conocimientos, renovaron la ciencia y nos ayudaron a mejorar nuestro entendimiento del mundo, de estos podemos mencionar algunos:
Muerte
Finalizamos la biografía de Gregorio Mendel, quien falleció el 6 de enero de 1884 en Brno, a causa de una nefritis crónica. Su vida fue de gran valor para la humanidad, sus conocimientos aunque no se reconocieron en su época, posteriormente se demostraron y ganaron el merito que le corresponde, transformando nuestros conocimientos sobre la herencia genética.